
Ten, como mínimo, un sueño.
Estoy pensando en alquilar las horas de quienes dicen aburrirse. En pedirles su reloj y entregárselo a cualquier entusiasta para que pueda llevar a cabo todas sus inquietudes. Sinceramente, creo que cada vez que alguien pronuncia un “me aburro” le falta el respeto a la vida y a todo entusiasta. Personas cuyos ojos destellan de brillo, cuyo segundero parece moverse más deprisa, cuya mente encuentra inspiración en cada rincón y cuyo corazón ve oportunidades en toda experiencia. Estas personas saben que no solo es importante mejorar lo negativo sino potenciar lo positivo, y ante este planteamiento siempre hay algo que hacer.
Así es el ser humano, mientras unos exprimen los días para disfrutar de todas sus pasiones a la vez que cumplen obligaciones, a otros les da para tirar horas de vida en pozos de apatía y falta de iniciativa.
El aburrimiento es un sofá en el salón de la comodidad.
En este salón no descansan ni el entusiasmo, ni la ilusión, ni la pasión. En este lugar carente de metas, se resguarda la cobardía, la falta de entusiasmo, la pereza, el temor y el corazón cabizbajo deseoso de ser rescatado. Un rescate a cargo de un sueño, de las ganas de ser feliz. Y desde luego, la felicidad no entiende de comodidades ni conformismos.
Aburrimiento. Término que debería estar obsoleto. O por lo menos su uso debería estar restringido a ser oportunidad para la reflexión de donde nazcan ideas. Debería avergonzarnos aburrirnos teniendo familia, amigos, libros, música, naturaleza,…teniendo un mundo lleno de estímulos y resquebrajado por tantas partes. Hay tanto por hacer… pero no, nosotros nos aburrimos, y para más inri, seguro que al poco de ello a alguien le decimos “no he tenido tiempo” como excusa para no afrontar un cambio.
Sal al campo, planea una excursión, haz un “do it yourself” para un amigo, releva las fotos de ese viaje de una vez y crea el álbum, hazte voluntario, haz visitas, aprende a tocar un instrumento, plantéate retos… y ten como mínimo un sueño, algo que te invite a tener esperanza, que te incite al movimiento. Busca algo que despierte tu ilusión, porque el aburrimiento, de tolerarse muchos días, duerme neuronas, acalla aspiraciones y encarcela satisfacciones.
El aburrimiento es la falta de sueños.
Aburrirse es un desorden alimenticio para el alma. Esta se alimenta de experiencias, de sentimientos, de emociones, de pasiones…y todo lo que cabe en el margen de un “me aburro”, por mucho que este sea un estado anímico normal, son paladas para cavar la fosa donde resguardar nuestro espíritu de sus anhelos.
De verdad que manía tiene el ser humano de complicar lo sencillo. Que si las “obligaciones” nos absorben el tiempo y en el mal llamado “tiempo libre” osamos pronunciar “no sé qué hacer hoy” o “me aburro”. ¿Hace cuánto no visitas tus pasiones? ¿Le has hecho un chequeo a tus sueños? ¿No es también una obligación conquistarlos? ¿No? Pues ojea tu lista de obligaciones y hazles un hueco. Te aseguro que donde hay ilusión no hay lugar para el aburrimiento. Éste es el predecesor de la apatía, el que vaticina la muerte de tus sueños.
Cuando uno tiene aspiraciones, tiene vínculos afectivos, está inmerso en un reto o planeando la ruta hacia su sueño, no conoce la palabra aburrimiento, vive en el entusiasmo. Cualquier lugar es válido para que surja una idea. Cualquier situación es buena para poder dar dos pasos en lugar de uno. Cualquier momento es propicio para mejorar este mundo.
Contra el aburrimiento, retos.
Ten como mínimo un sueño.
Imagen portada: Seth Doyle
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
También puedes leer...
Post relacionados
No sé si creo en la suerte.
No sé si creo en la suerte, pero te diré en lo que sí creo... Creo en las manos...
Efecto boomerang
Tenemos el futuro de nuestro lado, el boomerang en nuestras manos. Desprendemos...
Me encanta q personas como tú siembren el sentido de estar vivos y gozar de tantas loterías q nos ofrece la vida en cada momento e incluíso cuando se interpone alguna sombra, algún día de nubes……
La capacidad del ser humano para poner luz sólo está en q uno se quiera.
Te quiero por ser como eres.
So
Me too 🙂 Así es…MUCHAS MUCHAS GRACIAS por escribirme. Hay mucho de ti en esta entrada 😉
Increíble…!!!!!!
Muchísimas gracias Jugando a vivir 🙂