
Personas caricia.
Se palpa en el ambiente, hay contaminación. Las malas acciones nos incautan atención, su facilidad de escándalo nos lleva a la generalización y a dejar de destacar el bien. Y no, me niego a que la gente que usa su mente en pro de todos no reciba la ovación continua que merecen.
Seres tan imperfectos como el resto pero ejemplos a seguir por sus gestos.
Me vuelvo a negar a que los corazones sencillos y valientes pasen inadvertidos, porque en gran mesura son ellos los que hacen que el mundo se mantenga cuerdo, que no se rinda en los momentos de crisis y que mantengamos la fe en el ser humano. Los he bautizado como personas caricia, personas con un carisma cautivador y una personalidad que inspira a ser mejor.
Las personas caricia tienen un magnetismo especial, inexplicable. Son algo así como una “it person” (persona de moda) del alma, las que deberían ser nuestro referente en el estilismo del corazón.
Nobleza
Una persona caricia se caracteriza por su nobleza, por ser capaz de recogerte aunque no le venga de paso, de regalarte sonrisas sin conocerte, anticiparse a las peticiones de ayuda y alejarte de ti si ve que en tu vida ya no suma.
La persona caricia es fiel. Es la oportunidad de aprender a escuchar, principio de la inspiración y final del rencor, es toda una abanderada del perdón.
Es increíble como hace sonreír en la distancia, como abraza sin tocar y como aparece en el momento más oportuno haciéndote creer que te espía por un agujerico.
Optimismo y resiliencia
Su día a día es un hervidero de ilusión donde cocina sus retos. Es admirable su capacidad para ver oportunidades, para mirar los problemas sin parpadear y para versionar lo que acontece y que duela menos. La persona caricia empatiza de tal modo que sientes que lo que hace 5 minutos parecía un problema ahora sea un desafío cuyo trayecto tienes ganas de recorrer.
Surfea por las olas de los sentimientos no siempre sabiendo cómo manejarlos, pero tiene claro que nadie tiene la culpa de lo que no sepa gestionar. Es impresionante la elasticidad de sus sentimientos, siendo capaz de que la distancia haga memoria y haya huecos que parezcan llenos.
Autenticidad
Se trata de gente auténtica (¡viva la gente auténtica!). No maquilla sus imperfecciones y sonríe aunque sus dientes estén torcidos. Si algo quiere contarte se dirige a ti sin rodeos pero con elegancia y bondad, dejándote exhausto a la par que agradecido por tener las agallas de hablar de todo sin tapujos.
Una persona caricia no presume de seguridad, más bien expone sus dudas y cicatrices, mostrándonos en carne viva su experiencia para mejorar la nuestra.
Su espontaneidad le impide fingir y le lleva (a veces) a ser un poco “desastre“, cometiendo errores que acaban por convertirse en chistes. Desde luego, no pretende posicionarse por encima de nadie y mucho menos hacer que algo parezca lo que no es.
Empatía
Los silencios se convierten en cómodos sofás si se comparten con una persona caricia. Con un “buenos días” es capaz de que te enamores de un lunes y consigue que acabemos a carcajadas cuando la conversación había comenzado adornada de lluvia facial.
La persona caricia nos lleva al sosiego, a la magia, al despeine de nuestra alma. En su mirada encontramos la comprensión que estábamos buscando, consiguiendo así que le quitemos el albornoz a nuestros sentimientos y que compartamos noches de confesión donde hasta la luna se divierte.
Sensatez
Sabe que lo que da se da. Nadie como ella consigue trenzar locura, sensatez y humildad. No te señala el error, te ayuda a que tu lo encuentres y lo remedies. Tienen el arte de discernir cuando merece y no la pena implicarse emocionalmente.
Todo amor y sencillez
Es todo amor y caminar de su mano es como pisar algodones. Al abrazarla sientes como el moho que afloraba en tu corazón desaparece y consigue que en tus sentimientos se produzca metamorfosis de culpa a perdón, de tristeza a resiliencia, de comodidad a valentía… de amor a más y más amor.
Es un ser a cuya historia te encuadernarías para impregnarte de la pasión con la que vive.
Ella no quiere, AMA. Ama todo lo que tiene y lo que está por venir. Ama lo que fue, es y será. Ama lo que fuiste, eres y serás. Se equivoca y equivocará, algún corazón lastimará y habrá muchas historias a las que pondrá el broche final, pero es auténtica y leal consigo y con los demás, y esto hace, que incluso cuando nuestro corazón rasque, en vez de dolor sintamos cosquillas.
Casi seguro que ahora mismo te estás acordando de alguien. ¡Házselo saber! Regálale el fragmento del texto que te haya recordado a él/ella, dile lo que significa para ti, lo bien que te hace sentir.
Imagen portada: William Stit.
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¡¡MUCHAS MUCHAS GRACIAS por ser parte de mi inspiración 😉 En la creación de esta entrada has estado muuuy presente…ERES UN CLARO EJEMPLO DE PERSONA CARICIA 🙂