
Procrastinación I
No pongas esa cara de susto, sabes más de lo que crees, en este caso también. ¿Y si te digo “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”? Esto sí, ahora sí sabes por donde voy.
La procrastinación es un mal compañero de viaje de nuestros días. Es el patio de recreo de la pereza. Es un cuadro pintado por la inseguridad, laxitud y comodidad, entre otras tonalidades de la paleta de este vocablo.
Procrastinar es aplazar, postergar, posponer, evadir. El motivo puede ser el desorden, el no tener claro lo que quieres, la comodidad, el miedo, un nivel inadecuado de autoexigencia, la falta de responsabilidad y motivación. Un sin fin de ladrillos construyen este término que en algunos momentos puede resultar adaptativo, y en otros muchos lo contrario, provocando que caigamos en la tentación de realizar actividades lejos de nuestros objetivos reales. En esta ocasión me voy a centrar en lo último, en sus contras.
En cierto artículo (link al final), se consideraba esta palabra como una epidemia de nuestros días y describía al procrastinador como el que sobrestima o por el contrario, subestima –según sus recursos propios-, el tiempo que le queda para realizar una tarea. Siendo éstos solamente un par de los muchos autoengaños en los que el procrastinador cae.
No conozco a nadie que no haya incurrido en este pecado. Si algún no-procrastinad@r esta leyendo esto que se manifieste por favor, tenemos mucho que aprender de él/ella. 🙂
Procrastinador somos tú y yo. No te asustes. Tiene remedio. Se trata de un corazón que late y pelea con su mente como el de cualquier otro ser humano. Aunque por el nombre nos tiente a pensar en un ser malvado, no, no se trata de valorar la pureza de ningún corazón. Este término se basa más en la coherencia con uno mismo; en el coordinar lo que queremos ser, con lo que hacemos a día de hoy para llegar a ello; con el realizar ahora lo que considero importante y no dejarlo para mañana; con organizarse, no confiarse y saber dar los pasos en su justo momento; con centrarse en el presente y sacarle partido sin rodeos y de modo asertivo (prometo descifrar este “palabro” otro día); en definitiva, un etc. de aspectos muy conocidos por todos y que están detrás de ese “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” o “no dejes para mañana lo que te puede hacer feliz hoy”
¿Qué hay de eso que quieres hacer desde hace tiempo? ¿Y de eso que ibas a empezar “este lunes sin falta”? ¿Dónde quedó la ilusión que tenías por realizar ese proyecto? ¿O la inquietud que te pide querer formar parte de ese equipo? ¿Dónde quedó ese “si quiero puedo”? ¿Y ese objetivo que “de este año no pasa”? ¿Dónde quedó el tengo que procurar no “dejar todo para última hora”?… ¿A qué estás esperando para dar el primer paso?
Supongo que estarás esperando “a que llegue el momento”.
Pero ¿esto no te parece un poco utópico? Lamento decirte que la alfombra de Aladín no existe. Sé que lo sabes, aunque no siempre actúes en consecuencia. Si quieres llegar algún sitio, deberás usar esos dos maravillosos que sostienen todo tu cuerpo, y coordinar a los otros dos que los dirigen.
No negaré que hay momentos más propicios para realizar eso que ansiamos desde hace tiempo y que hay circunstancias donde es mejor no arriesgar y lo arriesgado es no saber esperar. Pero en su mayoría, nuestros días son prudentes y nos permiten actuar a nuestro antojo. Es entonces, cuando las circunstancias lo permiten, donde la fórmula: [mente + “tira y afloja con el corazón” + hábitos] pisan el pedal del freno:
“Totaaal, A VER QUE EXCUSA ME INVENTO” “total, TÚ ELIGES EL MOMENTO y el total puede ser un muy buen comienzo”.
Parece que las comparaciones, anticipaciones, diferentes escenarios imaginados, alimentan en cierto modo nuestro miedo o nuestro pánico a la incertidumbre o también nuestra confianza y creencia de ser capaz de batirle un duelo al tiempo. O porque no, nuestra reticencia a salir de la zona de confort en busca de eso, que de realizarse, me va a traer una gran satisfacción por “esta vez sí” haber gestionado bien los momentos y llegado a tiempo, o simplemente, pero no menos importante, por haber sido capaz de mover ficha.
Satisfacción…Que bien sienta esa sensación. Sí, la satisfacción de la lucha responsable por lo que deseo. Esa satisfacción de estar andando por mi camino, el que yo mismo quiero construir con mis pasos, más o menos pensados, unos buenos y otros malos, unos corriendo y otros con bastón, unos solitarios y otros compartidos, unos en silencio y otros a gritos,… pero todos con su relevancia, todos parte de tu vida, todos con significado.
Y como procrastinadora -esporádica 😛 – que soy, dejo para mañana la segunda parte: PROCRASTINACIÓN II. No te la puedes perder. Sé que quieres saber cómo poder empezar a dejar menos cosas para mañana, como poder no postergar tu felicidad y empezar a ser un poco menos procrastinador. Aunque sólo sea por lo mal que te suena este vocablo y porque no quieres que te apellide nunca más. ¿No es así? ¿Qué opinas? ¿Conocías esta palabra? ¿Qué te ha parecido?
¡¡Hasta mañana!! Millooooooones de gracias por el recibimiento y por haber llegado hasta esta última frase. Tenéis mucho mucho mucho mérito y me hacéis muy feliz 🙂
¿Me miras con tu sonrisa?
Referencias:
- Artículo: http://www.telegama.com/societyof2000/ver.asp?art=3619
- Imagen: http://www.quieretemucho.com/
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
También puedes leer...
Post relacionados
Gente tóxica.
Todos conocéis a alguien. Esa persona que os saca de los nervios, que os merma...
Extraña palabra, voy a tener que ponerme hablar en serio con esos dos maravillosos que dirigen todo mi cuerpo, aunque mucho me temo que tienen vida propia,
Jajaja Reconocida por pocos pero conocida por todos!!! Así es la palabra procrastinación 😉 Tienes dos maravillosos que pisan fuerte y serán capaces de andar por el camino que tu quieras!! ánimooo y gracias por compartir tu opinión 😉 🙂
Sin palabras!! Con lo procrastinadora que soy yo, me viene que ni pintao. Interesante y muy enriquecedor!Gracias a ti =)
Muuchas gracias Mery!! 🙂 No sabes cuantísimo me alegra que te haya gustado. ¡¡Gracias por compartirlo!! y tranqui, que tiene remedio 😛 un besico!!