Procrastinación II
La teoría nos la sabemos ya de sobresaliente, reconocemos el problema y además ahora, lo conocemos. Toca la práctica, esa en la que corremos riesgo de enfermar con el Sd de la tortuga, y no por eso de que “lo importante es avanzar, da igual la velocidad” -como todos, la tortuga también tiene sus virtudes-, sino por lo de escondernos en nuestro caparazón de excusas, de frenos psicológicos.
Hoy sí que sí ya no hay excusa. Miss y Mister Procrastinación, se os acaba el reinado. Ha sido un tiempo de peinar la pereza, teñir los sueños, seguir tendencias de actuación, cultivar el “luego”, de observar TU VIDA desde la potrona…pero todo lo que se aprende, se puede desaprender, y esta mala costumbre la vas a perder.
Los estudios indican que se sienten más satisfechas las personas que han tenido el valor de hacer lo que les importa, aunque no lo consiguiesen, que los que no arriesgaron y se quedaron en la potrona mirando la vida cómoda, pero no por ello más felizmente, pasar.
Piénsalo un momento. Un ejemplo cotidiano. Sales de trabajar o de clase, es el momento de hacer esos recados “tocanarices” que tan poco nos apetecen, pero que nadie va hacer por nosotros. No se acaba el mundo si no los haces hoy, pero ahí estarán mañana. Habrá ocasiones en las que con más o menos ganas los hiciste y otras en las que dijiste “bah, mañana que hoy estoy muy cansad@, totaaaal”. ¿Podéis recordar la sensación diferencial que se tiene al final del día solo por no haber postergado un simple recado?. ¿No habéis sentido muchas veces como la “mala leche” empieza a subir aplaudida por el cansancio y las excusas, cuando vemos que varios recados ocupan nuestro tiempo de descanso, y lo rápido que se evaporan las anteriores una vez realizada la tarea? Pues imagínate si en vez de “ir a comprar un bote de pintura a la droguería” o “yogures al super”, se tratase de dar un paso adelante en un objetivo mayor como acudir a un psicólogo, buscar trabajo, ir hacer un casting, apuntarme a una academia, estudiar o empezar a escribir un blog 😉 . Menuda sensación más buena que me estaría perdiendo hoy si lo hubiese dejado para mañana. Estaría echando líquido a mis frenos un día más.
Antes de ponerte manos a la obra, y una vez reconocido que eres procrastinador, toca perdonarse. En serio, perdónate. Da igual que hace 5 minutos hayas dicho “bah, luego hago eso que ahora no me apetece”. Hace 5 minutos estabas dispuesto a mejorar esa parte de ti, pero no sabías como. Ahora ya tienes algo por lo que empezar. Sigue leyendo si quieres que la procrasticación te deje de apellidar. Pero PERDÓNATE. Lo hecho, hecho está y en el AHORA está la oportunidad. No quieras correr, recuerda el lado bueno de la tortuga y se paciente, VALIENTE. Empezamos:
1) SÉ SINCERO CONTIGO MISMO. Es clave. Es el comienzo. Además esto lo podéis hacer todavía desde la potrona. Es más simple de lo que crees. Será suficiente con que te dediques unos minutos y te preguntes:
2) MÁRCATE OBJETIVOS A CORTO PLAZO Y RESPÉTALOS. Es bueno tener objetivos a largo plazo, pero el camino hasta conseguirlos es largo, y nuestra actitud puede sufrir desgastes hasta la meta, arriesgándonos a “tirar la toalla”. Por ello, es importante marcarse pasos intermedios, exigentes pero realistas.
3) TRABAJA TU ACTITUD: una actitud activa, flexible, con capacidad de adaptación, de aprendizaje y mirada positiva.
Os aseguro que yo he pensado mucho los detalles de este blog (¿Nombre? ¿Cómo lo personalizo? ¿Con qué empiezo? ¿Se saturarán en la segunda publicación y no me leerán más?…Bueno, ya me los volveré a ganar 😛 ), pero apenas he pensado en lo que vendrá. ¿Para qué? No lo puedo saber. Pero sí puedo garantizarme una buena actitud para afrontar. No significa que no tenga miedo, ni dudas, ni me angustie a veces la incertidumbre, pero reconoce que la vida es también esto y que con una actitud resiliente (en otro post hablaré de esta palabra que tanto me gusta) no habrá banquete que no puedas digerir.
4) CREE EN TU ESFUERZO, EN TU TRABAJO. Dale significado, dale valor. No hace falta que estés 100% seguro en lo que haces. Tienes herramientas para hacer lo que te propongas. Debes creerlo así, que los demás lo crean depende en parte de tu efecto contagio, pero el primer paso lo das con tus piernas, no esperes a que los demás estén mirando para verlo, da el paso, porque “TIENES FE EN LA ESTABILIDAD DE TUS PIERNAS”.
5) GESTIONA BIEN EL TIEMPO. Organización. Respeta el horario de trabajo y los momentos de descanso. Siguen quedando horas en el día. Escribe, es muy práctico. Plasmando en un papel los planes, tareas y objetivos que tienes, te resultará más fácil organizarte y ver si estas exigiéndote adecuadamente en relación a las horas que tiene el día y tus distintas obligaciones.
“El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo” (P. Coelho).
6) SÉ CONSCIENTE DE QUE APARECERÁN OBSTÁCULOS. Una actitud optimista y serena ayudará a superarlos. No olvides que tienes potencial para ello y que “el pájaro no teme a que la rama se rompa, porque confía en sus alas”
7) TEN UN PLAN B. Podemos tener unos objetivos, unas metas, pero no siempre las cosas salen como queremos. Avanzar por el camino se puede hacer arduo en ocasiones. Si esto pasase, es importante tener planes alternativos, que sirvan de muleta –mientras aceptamos que el plan A debemos dejarlo- a la vez que de trampolín para llegar a nuestros objetivos (replanteados o no) por un nuevo camino.
8) RECOMPÉNSATE. Debes halagarte cuando haces las cosas bien. Piensa en recompensas con las que deleitarte una vez llegado a los objetivos. Y durante el camino, al final del día, al igual que te lamentas por los tropiezos que diste, procura pensar en 2-3 cosas bien hechas, no te compliques, una sonrisa sincera es una obra de arte.
9) RECONOCE EL MIEDO -y demás frenos-. ACÉPTALO COMO PARTE DEL RETO. Para que exista la valentía, debe existir el miedo. Reconoce su labor, tiene su función. Pero tú, haz la tuya para que no gane más terreno del que debe y no se lleve por delante ninguno de tus objetivos. No intentes racionalizarlo, ni justificarlo, está ahí porque eres humano ¡AFRÓNTALO!.
10) NO TE AUTOEXIJAS EN EXCESO. Al igual que no hay que ser prisionero de la pereza, hay que saber delegar y aplazar. Una exigencia moderada nos ayuda a crecer, a buscar, a replantear, a salir de la comodidad. El mañana existe y en su medida justa, la procrastinación también tiene una razón de existir. Pero esto como si no lo hubieses leído 😉
Nadie nos puede garantizar el éxito 100%, a no ser que para el ti el éxito sea no dejar de hacer y aprender. Puedes garantizarte al 100% una actitud proactiva y la satisfacción de actuar en consecuencia a tus metas, de estar sembrando el futuro que quieres. Esfuérzate y la recompensa llegará.
¡¡Manos a la obra!! Si en alguna pauta te quedas atascado o no acabas de comprender como llevarla a la práctica, no te preocupes, son cosas que se irán desgranando en otras entradas -sobre todo el tema de la actitud-. Por otro lado, puedes escribirme y si está en mi mano, te daré un empujoncito. 😉 TIENES LO SUFICIENTE PARA EMPEZAR 🙂
Y…Para asegurarme de que vuestra sonrisa mira con alegría hoy -aunque siendo VIERNES y PRIMAVERA es fácil 😛 -, he aquí un apunte cuyo encanto sucumbe a algunos de mis argumentos anteriores. 😉
“Hay multitud de técnicas y herramientas para ayudar a vencer la procrastinación. Pero, claro, no comenzarás a aplicarlas y a utilizarlas hasta mañana. O pasado”. 😛 Jaime Rubio Hancok
“Si procrastinar fuera malo, no habrían puesto el ‘pro’ antes de ‘crastinar'”. Firmado: el club de los procrastinadores
Muchííííííííísimas G R A C I A S por leerme 🙂 y…RECUERDA QUE HOY VAS A DEJAR UN RECADO MENOS PARA MAÑANA y VAS A DAR UN PASO MÁS. “Unos minutos, una liberación y un espacio vacío mañana para aprovechar, porque no, para descansar”. CONFÍO EN TI.
-The end-
¿Me miras con tu sonrisa? Ahí va la mía 🙂
Referencias. Artículo: http://verne.elpais.com/verne/2014/10/06/articulo/1412596751_000167.html
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
También puedes leer...
Post relacionados
Tu esencia no solo vive en ti.
Tu esencia no sólo vive en ti (y menos mal) pues se propaga con cada una de tus...
Quince tachones.
¿Cuánto más debe destruirse el ser humano para que se valore la necesidad de...
Vaya, María…pues en este momento estoy siendo una “procastinadora” de aupa…porque mientras te leo tengo una pila de vajilla por lavar!!!. jeje.
Interesante lo que comentas, es bueno observarnos y ver cuándo huímos de nuestras responsabilidades, nuestros quehaceres diarios …para no perder el rumbo que nos hemos trazado, pero al mismo tiempo, también hay que aprender a desprendernos del excesos de “deberías” cotidianos. En esta sociedad en busca del “éxito” todo parece que es hacer, hacer y hacer.
Es un equilibrio difícil, pero necesario; aquello que edifica y nos impulsa hacia adelante hay que tenerlo en nuestro horizonte cotidiano, sabiendo que paso a paso se transita el camino, con responsabilidad, … pero ojito con tratar de hacerlo todo a base de “codos”, “voluntad”, “empeño”… no todo lo construimos nosotros; es más, a veces el camino que hemos hecho nuestro no es realmente “nuestro” Camino (en mayúsculas).
En fin, humildad y voluntad, ambas cosas en ese orden.
Bueno, voy a dejar mi procastinación por hoy y ¡hala! a fregar, que ya es hora.
Un abrazo, María…y ¡enhorabuena por tu Blog, que ya va tomando forma!….
Besicos. Teresa.
Muchaas GRACIAS por tu reflexión y por tu sinceridad Teresaa 😉 Estoy contigo, hay que saber desprenderse de los “deberías”, anulan el yo.
NO dejes de compartir tu opinión. Me encanta leerla. Se agradece muchOmucho 🙂