
Conjugando el verbo VIVIR.
Un día un conocido, refiriéndose a un amigo fallecido me dijo: “que pena, le quedaba tan poco para empezar a vivir”. Me callé, pero lo que pensé fue: “pues que pena de vida sin ser vivida”. Leyendo un libro de María Jesús Álava Reyes, me encontré con esta anécdota que me encauzó a escribir estas líneas. Sinceramente como ser humano me dolió leerla. Me dolió porque es una frase más común de lo...Ver más