
Todo está en su sitio aunque no encaje.
Todo lo que necesito saber se me revela.
Todo lo que necesito viene a mi.
Todo está bien en mi mundo.
Louise L. Hay.
Lo aparentemente incompatible se encuentra.
Asumo que lo que hoy vengo a decirte puede sonarte incongruente, pero así como es posible el orden en el desorden, la perfección en la imperfección, la luz en la oscuridad… así como lo aparentemente incompatible se encuentra: TODO ESTÁ EN SU SITIO AUNQUE NO TE ENCAJE. Aunque la comprensión no alcance, aunque no lo merezcas, aunque no sepas traducir la teoría en práctica, aunque por momentos no des con la receta para cocinar lo que acontece,… (por momentos no es siempre).
Todo es para algo.
Lo que es, es para algo. Cuando encuentres ese “para”, habrás acabado de encajar esa experiencia en tu historia. No es cuestión de justo o injusto, es cuestión de aceptación, amor y superación. Al final, pasado un tiempo comprobarás que “los puntos sólo se unen hacia atrás” (Steve Jobs). Así que no es preciso que lo entiendas ahora, pero sí que no lo niegues.
Las cosas (llámense también rutinas, relaciones, actividades, sentimientos…) a veces se desordenan porque no se encuentran cómodas donde están y se ven empujadas a moverse para encontrar un lugar donde se sientan bien, donde se sientan contigo, donde tú puedas seguir creciendo, evolucionando, exprimiendo tus capacidades. El camino hasta ahí no es confortable, pero cada vez que hallas ese lugar… madre mía que sensación… ¡increíble!
Puedes verlo así o de otra forma, pero puestos a pensar, a interpretar y a darle sentido a lo que pasa, que sea a tu favor, que sea invitándote a ser mejor y a posibilitarte que lo que quieres suceda.
Todo está bien.
No estás obligada a nada, tienes la libertad de hacer lo que desees con lo que acontece y de elegir hacer lo que consideres con lo que sientes. Pero si elijes anclarte en la queja, en los amigos del victimismo, colgarte de un porqué o vagar por las experiencias de la mano de la culpa y la resignación, debes saber que no encontrarás el sosiego, porque la respuesta es que TODO ESTÁ BIEN, que todo está en ti por alguna razón y que el sosiego viene de la mano del aprendizaje. El sentido de lo que acontece llegará a ti cuando estés preparada para acogerlo, cuando dispongas tu corazón al aprendizaje y el anclaje lo hagas en tus capacidades.
No te negaré que se trata de un camino arduo, que cuesta integrar el mensaje “todo está bien” y más cuando se está bajo el paraguas de algunas emociones. Es un recorrido que requiere de ser constante, de priorizar la voluntad de querer vivir, de permitirte ser; que precisa de tener el valor de soportar la incertidumbre, de soltar para acoger, de reconocer lo que sientes y actuar en consecuencia; y que se nutre de enormes dosis de fe y paciencia. Pero, una vez integras que “todo está bien”, este mensaje se convierte en la herramienta estrella para cocinar TODO lo que la vida te da, sin excepción.
Todo está en su sitio
Aunque no encaje, aunque no lo comprendas, aunque no sea lo que esperabas,… aunque haya peros, el foco en tus fortalezas, en aprender, reaprender y experimentar el ahora a pesar del malestar o la incertidumbre. Sólo así es posible no mendigar el hoy, VIVIRLO -a pesar de los pesares- y comprobar mañana que todo estaba en su sitio.
Nada es casualidad aunque lo quiera parecer a veces. Todo esta en su lugar, todo está bien y, aunque ahora parezca incompatible, al final todo encaja.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
También puedes leer...
Post relacionados
A palabras necias oídos sordos.
En la vida, muchas veces nos toca caminar a contracorriente. A contracorriente...
Caperucita feroz y el lobo rojo.
Y dijo el lobo feroz que él era el bueno. Que Caperucita con su suspicacia y...