
Ama quien eres sin condiciones.
Aceptarnos y amarnos tal y como somos, provoca maravillas y milagros en nuestras vidas ¡Ama quien eres y hazlo sin condiciones!
Louise Hay
Amarte es el punto de partida de cualquier cambio y el objetivo final del mismo, pues toda intención de mejora debe partir del amor sino el resultado será siempre insuficiente y perecedero (y sí, me atrevo a decir siempre).
Amarte no es arrogancia, ni soberbia, ni vanidad, pues todo esto es miedo disfrazado, una farsa que evidencia exceso de inseguridad. Amarte es aceptarte aquí y ahora sin condición, ser contigo pase lo que pase y actuar desde la libertad a pesar de los temores.
Amarte es ver luz en tu caos
Amarte es que seas prioridad para ti, es reconocerte valiosa aunque te equivoques, es cuidarte sin peros, es saber decir no para decirte sí, es expresar lo que deseas y hacer que pase, es no obviar lo que late en ti (sin importar la intensidad) y atenderlo como merece (pues es tuyo); es atreverte a tomar consciencia de todo lo que hay en ti y abrazarlo a pesar de que todo no sea de tu agrado; es el punto de partida de las soluciones y la paz.
Amarte es acoger lo que mereces.
Amarte es aguantarte la mirada en el espejo te sientas como te sientas y saber decir “valgo mucho” sin parpadear; es dedicar tiempo a lo que es agradable y/o útil para ti; es no negar ni ignorar nada de ti, es reconocer lo que haces bien, es no ocultar tus virtudes, es saber reírse de los propios defectos, es no cambiar por razones desconectadas del amor, es poner lo que mereces por delante de lo que quieres; es decir “esta soy yo” a pesar de las diferencias, es saber reírte de tus grietas, es un conjunto de acciones diarias que no son negociables; es no quedarte a vivir en experiencias que pretenden malmeterte ni en personas que no ven luz en tu caos, … es tanto, que son innumerables las acciones que definen lo que supone que te ames.
Prioriza lo que mereces, no lo que quieres, pues hay miedos que se disfrazan de necesidad.
El verbo amar no incluye peros y no entiende de límites pues en su esencia está la libertad bien entendida. No niegues nada de ti, todo está en ti para algo. Acéptalo, ámalo y después haz por transformarlo en algo mejor. Y no, esto no es imposible para ti. Y sí, es cierto, tampoco se consigue de un “me quiero” para otro. Y sí, está permitido pedir ayuda para lograrlo -el mérito seguirá siendo tuyo-.
Entonces, aquí y ahora, ¿qué puedes hacer para amarte que no estás haciendo?
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