
¿Qué es lo que realmente quiero?
Es momento de encontrarte contigo mismo. La respuesta la tienes tú.
Hay momentos en la vida donde nos sentimos con la brújula un tanto alocada. La sensación de vulnerabilidad asciende a la superficie y puede incitarnos a quedarnos un poco bloqueados, sin saber muy bien hacia donde avanzar. Nos surgen muchas preguntas, pero el secreto no está en si hay o no respuesta, sino en si están bien formuladas. Las preguntas debidamente formuladas tienen respuesta. Respuesta con las que nosotros mismos daremos, muchas veces con ayuda del tiempo. Aunque…
El tiempo pasa en vano si no haces lo que está en tu mano.
A veces, el aplomo anímico no tiene ningún detonante localizado y es consecuencia de un cúmulo (más o menos consciente) de preguntas no contestadas o inconvenientes, surgiendo la “necesidad de perdernos para poder encontrarnos” dice el dicho. Desorientarse personalmente es una alarma, nuestra luz parpadea para avisarnos de que necesitamos pararnos a conversar con nosotros mismos, pero no tiene ninguna intención de apagarse. Esto, suele despertar emociones negativas pero no por ello es malo, estamos en constante génesis y esta sensación de embriaguez mental no es más que una muestra de ello. Los interrogantes son una oportunidad de reencontrarnos, de aplicar cambios para exprimir más y mejor la vida. Así que aprovecha el desconcierto en pro de tu desarrollo personal. Afróntalo.
En nuestra sociedad, muchas personas caminan desorientadas sin detenerse a pensar íntegramente. Siguen caminando sin objetivos, dejándose llevar por la marea humana y lo que las circunstancias le vayan dictando, no reparando a observar sus apetencias y preferencias, dejando así, en segundo plano sus metas, y en definitiva su persona. ¡Cuidado, porque muchas se esconden tras felices apariencias!

Imagen de Ian Schneider
¿Qué opciones tengo ante los interrogantes?
Hay dos opciones:
- Ser marioneta de las circunstancias: seguir adelante como hasta ahora dando pasos al azar, esperando a que la inercia y unas circunstancias afortunadamente concomitantes nos respondan y creen el destino perfecto. Esta opción no te la recomiendo.
- Ser el director de la orquesta de tu vida: aceptar la realidad, reflexionar (¿qué es lo que quiero? ¿Qué montañas quiero coronar? ¿Qué historia de vida pretendo firmar?), marcarte objetivos acordes de tus valores y metas, y actuar a pesar de la incertidumbre.
Para que el diálogo interior tenga efecto más allá de la relajación, tiene que dar lugar a acciones en dirección a objetivos realistas pero exigentes. La reflexión sin seguirse de acción es como preparar los ingredientes para realizar una receta pero al final no cocinarla. LAS RESPUESTAS SE ENCUENTRAN TRABAJANDO, no temas al fracaso sino a permanecer estático.
Reflexión, valores, objetivos, pensamientos positivos y mucho corazón.
La reflexión solo es el punto de partida de donde surgen los objetivos (las coordenadas), que guiados por los valores, una actitud optimista y los dictámenes del corazón (la brújula), serán todo lo que necesites para reubicarte.
Si dejas de darle valor a lo que sientes, haces y creas, estarás dejando en cada día un poco del sentido de tu vida, llegando a olvidar porqué eres especial y merece la alegría conocerte. Por eso,…
Valen más unos días de reflexión, que una vida como marioneta.
En conclusión.
Cuando planteamos preguntas, es porque hay respuestas. Los interrogantes no resueltos irrumpen hasta conocer su contestación y parándonos a pensar sin distracciones es más probable que atendamos a lo que emerge en nuestro interior.
Tómate tu tiempo, no te achiques ante las ocurrencias de tu mente y recuerda que el punto de partida es una reflexión de la que nazcan objetivos.
No es la primera vez que pasas el invierno y en ti hay un amplio paraguas de recursos para atravesarlo.
Autor imagen portada: Hannah Morgan
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
También puedes leer...
Post relacionados
¿Qué es lo peor que puede pasar?
Que no se nos olvide dedicarle más vida al tiempo. Eloy Cánovas...
Procrastinación II
La teoría nos la sabemos ya de sobresaliente, reconocemos el problema y además...